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domingo, 25 de agosto de 2019

Dieta para el hígado graso


Los pacientes con hígado graso (esteatosis hepática) deben adoptar algunas medidas en cuanto a su dieta, como suspender el consumo de alcohol perder peso.

La dieta debe ser orientada por un nutriólogo, según las características individuales de pacientes; sin embargo, generalmente esta es rica en frutas, verduras, ácidos grasos poli y monoinsaturados, así como alimentos integrales. Algunas recomendaciones básicas con respecto a la elección de alimentos son:
  • Consumir pocos lípidos; la cantidad aconsejada es de aproximadamente el 25% con relación al valor calórico total de la dieta;
  • Obtener carbohidratos de fuentes integrales (panes, harinas, arroz, etc.), ya que contienen una mayor cantidad de fibras solubles. Estas fibras son benéficas para la esteatosis hepática pues se unen a la glucosa y a los lípidos presentes en el bolo alimentario, lo cual dificulta la absorción;
  • Los lácteos deben ser siempre descremados (desnatados) y con la menor cantidad de grasa posible. Los quesos ricota y cottage son los más recomendados;
  • Los dulces y alimentos con alto contenido de azúcar deben evitarse, ya que el exceso de glucosa provoca un aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre, lo cual agrava la esteatosis hepática;
  • Se debe dar preferencia a frutas y otros alimentos con bajo índice glicémico;
  • Ingerir cantidades adecuadas de ácidos grasos mono y poliinsaturados, los cuales protegen el corazón y pueden alterar la concentración de lípidos en la sangre. Algunos alimentos que contienen estos ácidos grasos son: castañas, nueces, aceite, salmón, atún, sardina y cerales como la linaza y la quinoa.
La dieta de un paciente con problemas hepáticas debe basarse en los siguientes criterios:
  • Dar preferencia a los alimentos integrales: Los carbohidratos (pan, harina, arroz) deben ser integrales, ya que contienen más fibras solubles, que se unen al azúcar y a las grasas del bolo alimenticio, dificultando su absorción;
  • Consumir únicamente leche y lácteos descremados: Los lácteos como quesos y yogures deben tener siempre la menor cantidad de grasa posible. Por ello, el requesón es uno de los tipos de queso más recomendados;
  • Evitar dulces y alimentos con demasiada azúcar: El exceso de glucosa (azúcar) aumenta los niveles de triglicéridos en la sangre, agravando los problemas en el hígado;
  • Dar preferencia a alimentos con poca azúcar: El camote y las frutas como la manzana y pera liberan el azúcar más lentamente. Esto evita picos de glucosa en la sangre que, en exceso, es transformada en grasa y almacenada en el hígado;
  • Consumir alimentos con ácidos grasos mono y poliinsaturados: Son las llamadas “grasas buenas”, ya que protegen el corazón y los vasos sanguíneos, pudiendo ayudar también a bajar el colesterol malo. Las nueces, el aceite, los pescados como el atún y la sardina y las semillas de linaza y quinua son algunos de estos alimentos.
La dieta para los pacientes con problemas de hígado debe ser elaborada por un nutriólogo, de acuerdo con las recomendaciones del hepatólogo.
Para más información, consulte a su nutriólogo o gastroenterólogo.

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