Existen situaciones en las que bajar de peso se vuelve una situación de vida o muerte, como en los casos de obesidad mórbida, hipertensión arterial, diabetes, entre otras. En este artículo no vamos a discutir esas situaciones, sino una cuestión que lleva a cada vez más personas a usar medicamentos para bajar de peso: la estética.
Actualmente, la mayoría de las personas que pretenden adelgazar lo hacen para mejorar su apariencia, lo cual provoca que en algunos casos se abuse de los medicamentos y se ponga en riesgo la salud. En este artículo discutimos algunos aspectos importantes sobre el uso de estos fármacos.
En primer lugar, los medicamentos para adelgazar no existen. Ninguno de los medicamentos prescritos por el médico para adelgazar hace que la persona pierda peso; en realidad, son inhibidores del apetito como la sibutramina. Una buena parte de los medicamentos para adelgazar tienen este mecanismo. Sabiendo esto, podemos pasar al segundo punto, que es: para alcanzar el resultado deseado (bajar de peso), debemos ayudar al medicamento a ayudarnos. ¿Qué queremos decir son esto? El medicamento por sí mismo no nos hará perder peso. Hay que considerar que, para perder peso, es fundamental llevar una dieta, y no una de esas dietas que se encuentran en internet o revistas (algunas de las cuales son bastante extrañas), sino una dieta diseñada específicamente para nosotros por un nutriólogo.
La mayoría de las personas que usan medicamentos para bajar de peso ya siguen una dieta. Prácticamente todas las dietas son buenas para bajar de peso; sin embargo, muchas veces las personas no consiguen adelgazar porque no son capaces de mantener la dieta por mucho tiempo. Es entonces que recurren a los medicamentos. El medicamento inhibe el hambre, lo cual ayuda a mantener la dieta.
El tercer punto que hay que considerar es el tiempo de uso del medicamento. Usar estos fármacos por un periodo corto para adelgazar muy rápido puede ser contraproducente a largo plazo. La pérdida de peso (saludable) debe ser lenta y gradual. Lo ideal sería: usar sibutramina todos los días, tomando 1 comprimido a las 10:00 por un año y bajar de 3 a 4 kilos en el primer mes, 2 a 3 kg en el segundo y de 1 a 2 kg por mes en los siguientes 10 meses. Esto da un total de 15 (mínimo) a 27 kg. ¡¿Quién no quisiera perder de 15 a 27 kilos?! No obstante, muchas personas carecen de la paciencia necesaria para lograrlo.
Además, no hay que olvidar que, para perder peso, es muy importante realizar ejercicio. La actividad física facilita y acelera la pérdida de peso, además de dar forma al cuerpo.
¡Pero ojo! Como cualquier medicamento, la sibutramina tiene efectos secundarios. Estos son: aumento de la presión arterial y agitación psicomotora (entre los inhibidores del apetito es el que menos efectos colaterales produce).
Finalmente, debo mencionar que estos medicamentos no deben usarse sin la prescripción de un médico. Si usted está pensando en bajar de peso y no lo ha conseguido, acuda con un médico y/o nutriólogo para recibir orientación. No se automedique.
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