Los restos ovulares y el aborto espontáneo
Los restos ovulares son pequeñas cantidades de material del embarazo que permanecen en el útero después de un aborto espontáneo, que son detectados por medio del ultrasonido transvaginal. Los restos ovulares surgen a partir de restos embrionarios o fetales, además de otros materiales relacionados con el embarazo.Estos restos pueden ser expelidos por el útero durante un aborto incompleto, en el cual sólo una parte del contenido uterino es eliminado. Es importante mencionar que, en ciertos casos, este material puede permanecer en la cavidad uterina y causar infecciones, sangrado, fiebre y dolores abdominales.
Al verificar la presencia de restos ovulares en la ecografía, se suele realizar un curetaje, que consiste en raspar la capa interna del útero para vaciar la cavidad uterina.
El procedimiento se realiza por vía vaginal y con anestesia general o raquídea. Durante el curetaje, el ginecólogo raspa cuidadosamente la cavidad del útero con un instrumento semejante a una cuchara, llamado cureta.
Para tener acceso a la cavidad uterina por medio del canal vaginal, se necesita que el cuello del útero esté dilatado. Si estuviera en curso algún aborto, es normal que haya dilatación espontánea. Por el contrario, de no haber dilatación, el cuello uterino debe ser dilatado a través de instrumentos o medicamentos.
Sin embargo, no siempre es necesario hacer un curetaje para retirar los restos ovulares. La realización del procedimiento dependerá de cuánto tiempo tiene el aborto y de la cantidad de los restos ovulares.
Si el aborto ha ocurrido hace pocos días, la mujer aún puede expulsar los restos ovulares naturalmente. Sin embargo, si al hacerse nuevamente el ultrasonido el médico verifica que aún hay restos ovulares, lo más indicado es realizar una limpieza a través de un curetaje.
El ginecólogo es el especialista responsable del diagnóstico y retirada de los restos ovulares.
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