La diferencia entre adenomiosis y endometriosis es que la primera se caracteriza por la invasión del endometrio (tejido que reviste la parte más interna del útero en el miometrio (parte muscular del útero), mientras que en la segunda el endometrio crece fuera de la cavidad uterina.
La endometriosis implica la presencia del endometrio en otras partes del cuerpo fuera del útero, como los ovarios, peritoneo, intestino, ligamentos ubicados detrás del útero, región detrás del cuello uterino, entre otras.
Así, la adenomiosis y la endometriosis son padecimientos distintos, aunque ambos dependen de la hormona estrógeno, lo que significa que cuando mayor sea la exposición al estrógeno, mayor el crecimiento de la enfermedad.
Otra semejanza entre ambas condiciones es que las dos están relacionadas a la infertilidad. Se sabe que la endometriosis está presente en hasta el 50% de los casos de infertilidad femenina y la adenomiosis en hasta el 14%.
La endometriosis puede surgir junto con la adenomiosis en hasta el 20% de los casos, lo cual eleva aún más los riesgos de infertilidad.
Por otro lado, la adenomiosis afecta con más frecuencia a mujeres que ya han tenido hijos o que han sido sometidas a curetaje miomectomía o parto por cesárea, lo cual no ocurre con la endometriosis.
Tanto en la endometriosis como en la adenomiosis, el tratamiento tiene como objetivo combatir al endometrio que está presente donde no debería. El tratamiento puede incluir medicamentos hormonales y no hormonales, además de cirugías.
El ginecólogo es el responsable del diagnóstico y tratamiento de ambas enfermedades.
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