La sexualidad es un aspecto importante de la vida humana. El deseo sexual o libido es la llama que enciende el fuego de las emociones del sexo. El amor, el deseo y el sexo no siempre van de la mano. EL hombre tiende a ser menos sentimental que la mujer y puede separar el sexo de sus emocional (un hombre puede discutir con su novia y, a la media hora, tener sexo con ella).
La mujer, por otra parte, es por naturaleza, un ser emocional. En la mayoría de los casos, le cuesta separar el sexo del amor y de sus sentimientos. Para muchas mujeres, no hay sexo sin amor.
La falta de libido es mucho más común en mujeres que en hombres. Es difícil para una mujer entregarse a un hombre por quien ella tiene sentimientos negativos; esto, además, es una de las peores cosas que pueden ocurrir en una relación. En muchos casos, el hombre no percibe esto. Forzar una relación cuando la mujer no está preparada para el sexo puede hacer que se sienta violada, lo cual desencadena una serie de eventos que pueden terminar en que la mujer sienta repulsión física al tacto del hombre y al sexo.
Otro punto muy importante es el tiempo. El hombre y la mujer son diferentes en este aspecto. El hombre parece tener una neurona altamente especializada que une la retina de sus ojos a su órgano sexual. Es un reflejo condicionado (instinto puro); el cerebro del hombre parece no participar en el proceso de control del deseo sexual. En la mujer es muy diferente. Tiene que haber un cortejo antes. El tacto y las caricias son imprescindibles. Es lo más importante de todo. La mujer busca una conexión, un compromiso.
Por lo tanto, es importante entender las diferentes maneras de ver las relaciones amorosas y sexuales que hay entre hombres y mujeres e, incluso entre cada persona, pues existen hombres sentimentales y mujeres más físicas. Tener estas diferencias en cuenta a la par de una buena comunicación fortalecen la relación de pareja.
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